PRÁCTICA CLÍNICA
Las patologías cutáneas son frecuentes en las mascotas y a menudo su tratamiento es frustrante.
El 36% de las consultas veterinarias están relacionadas con alteraciones dermatológicas. Entre ellas, las infecciones bacterianas de la piel son las más frecuentes9.
Dependiendo del tipo y la profundidad de la infección, a menudo se requieren antibióticos sistémicos que se administran durante varias semanas o meses. Este es un punto en el que Phovia puede adoptar diversos beneficios.
Cualquier daño cutáneo desencadena una cascada de efectos biológicos en la piel cuyo objetivo es restablecer la integridad cutánea. La cicatrización es un proceso de 3 fases (inflamatoria, proliferativa, maduración y remodelación), cada una de las cuales se superpone en términos de duración.
La cicatrización implica una compleja interacción entre numerosos tipos de células, citoquinas, mediadores y el sistema vascular. El grado de cada una de estas fases varía en función de la profundidad y la amplitud de la lesión cutánea.
La fase inflamatoria se caracteriza por la hemostasia, la quimiotaxis y el aumento de la permeabilidad vascular, lo que limita el daño posterior, cierra la herida, elimina los restos celulares y bacterias y favorece la migración celular.
La duración de la fase inflamatoria suele ser de varios días. La fase proliferativa se caracteriza por la formación de tejido de granulación, reepitelización y neovascularización. Esta fase puede durar varias semanas.
La fase de maduración y remodelación es en la que la herida alcanza su máxima resistencia a medida que va madurando.
Aunque las fases de la cicatrización de la herida son lineales, las heridas pueden avanzar o retroceder dependiendo de las condiciones internas y externas del paciente. Son muchos los factores que pueden provocar un deterioro de la cicatrización, como la colonización bacteriana, la alteración de las respuestas celulares, las afecciones sistémicas debilitantes, los traumatismos repetidos, la inflamación extensa y persistente y el biofilm bacteriano.
En las infecciones cutáneas profundas, por ejemplo, la respuesta inflamatoria a un cuerpo extraño asociada a la rotura folicular y las bacterias situadas en el centro de los focos fibróticos retrasan el proceso de curación. Estas lesiones suelen requerir un tratamiento antibiótico oral a largo plazo.
ANTIBIOTERAPIA
TERAPIA TÓPICA
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